Mientras simula que no existen los espacios,
reproduce aquella relación especular.
No hay refugio sin espectro.
Su mirada que la peina.
La forma y deforma en su rodeo imaginario.
Le impregna su mística de tiempos de antaño.
Bien sabe que cortándole el tallo, sus pétalos se abren solo para él.
Y se aliena, quedando en la mera realidad invertida.
Se esconde en lagunas de delirio confuso, hasta tropezarla.
Se había vuelto roca.
2 comentarios:
Me encantó!. Sigo diciéndolo, me gusta como escribís, cómo empleás las palabras para que no suenen aburridas y aunque puedan parecer simples, encierren todas y cada una algo extraordinario.
Demás está decir que me mató el final, asi que seguro pasaré de seguido por acá, creo que a todos nos hace bien el arte para liberarnos.
Y gracias por compartirlo, claro.
Beso grande para vos!
La sociología se hace carne en tus palabras. Ya no volveremos a ser esos tímidos menjungues de sentimientos que mostrábamos antaño.
La base real nos espera con el cuchillo en la boca.
Saluditos y abraxos muchos, grandes.
Publicar un comentario