El faro de mi vida se erige en mi interior, es mi alma, mi amor por las personas y el arte, esa luz que reposa como un manto en todas las oscuridades, vislumbra con juego de sombras por dónde seguir.
Vos estás en lo alto de la torre, después del escalón 132°, donde no puedo abrir los ojos del vértigo y mi cuerpo es una partícula en la gravedad, algo me sostiene, no estamos solxs.
Mi faro es una estructura antigua y sólida, entre el agua y el aire, expuesto a la erosión, la tempestad, a los rayos calientes del sol. De noche se enciende y brilla, la intermitencia es un punto de vista y nada ni nadie lo puede apagar.