ánima y carne
desencontradas
indiferentes
desean nada
esperan algo
sólo ven signos
tatuados se evaporan
sin tinta ni piel
vuelo ni brisa
las migas añejas en el frasco
sobras de alguna cotidianeidad
una mamuschka dentro de otra
las capas de la soledad
refugio inquebrantable
en el medio lo olvidado
impenetrable
no encuentra palabras
ni foto, ni canción
lejos la niña llora
mujer sin lágrimas
llenar la casa de flores
la almohada de sueños
un mantel amorfo
el sol en la sombra
una mariposa en la ventana
cobarde