Sigo pensando todo el tiempo en vos, para no creer que es mentira que te fuiste. Para no quedarme esperando que vengas esta tarde a tomar el té conmigo, a charlar con mi papá sobre las noticias. Que llames por teléfono para saber dónde estoy, a dónde me fui. Sé que fuimos amigas, que confiabas en mí. Siempre pensaba en vos, no solamente ahora que no estás. Creo que últimamente fuimos incondicionales. Ya quisiera verte otra vez. Ya quisiera abrazarte hoy.
jueves, 22 de abril de 2010
martes, 13 de abril de 2010
Para que cante la vida, toca su caja la muerte
Dónde se escapa la vida cuando se esconde.
Dónde se busca la palabra que ya no asoma,
Los ojos que ya no revolotean mirando quién habla al oído.
Dónde se guarda la entereza que ayer fue vivacidad.
Dónde rebota la voz inexistente que me nombra en diminutivo, silenciosa.
La lágrima de mi padre que me roza el alma, cortándola, filosa.
Dónde la muerte camina con la vida y le deja el paso, para que siga galopando.

Eternamente gracias por el acto heroico, por tendernos tus dos manos cuando más las necesitamos. Te abrazo por siempre, abuela Valentina.
Sabrinita.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)