BREVE BIOGRAFIA

BREVE BIOGRAFIA

Sabrina Fischberg nació en una tarde de invierno, el 22 de Julio de 1985, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Socióloga, profesora, artesana, poeta y escritora, concibe a la literatura como una herramienta que libera y transforma. Realizó el primer taller literario en el año 1999 en su escuela secundaria, ORT Argentina. En 2009 participó en el “Taller de creatividad literaria”, a cargo del sociólogo y escritor Hernán Ronsino; y en el "Taller de escritura de cuentos", del profesor y escritor Ricardo Luis Santoni, ambos dictados por la Facultad de Ciencias Sociales, UBA. En 2010 participó en un taller grupal de escritura narrativa y hasta el 2015 en el taller de creación literaria a través del correo electrónico “Palabra Virtual”, coordinados por la poeta Laura Yasan. Desde el 2008 publica poesías y relatos cortos en este blog. En 2010 publicó, junto a otros autores, la antología de cuentos "Matices.", Ed. CLM. De 2015 a 2018 publicó poesía en la revista “El Triángulo de la Merluza”. En 2019 trabajó en la publicación de su primer poemario con Laura Yasan y realizó un curso de corrección de estilo dictado por el INAP. En enero de 2020 publicó "barro para las monas de seda". Durante el aislamiento, realizó un adelanto de la presentación por YouTube hasta tanto se pueda realizar el evento (link disponible más abajo). Actualmente, continúa profundizando su formación con el "Taller de herramientas de las técnicas narrativas", a cargo de Virginia Feinmann.

jueves, 30 de octubre de 2008

Amores epistolares encontrados en algún cajón II

Mar del plata, 12 de Septiembre de 1992
Querida Eugenia:

Apenas la separación, y ya el cuerpo me pesa. Ya el alma se desploma. Pensando en ese artificio del concepto de distancia, creyendo que es lo que nos cambia, mientras el inconsciente coherente sabe que siempre vivimos igual de distantes.

Tú siempre sacas provecho. Comienzas a desplegar tus armas letales de seducción femenina, inagotables. Las desparramas por todos tus ámbitos sociales, buscando una nueva víctima. Y la encuentras, claro, pero no te alcanza, o no te sirve, y la abandonas.

Sabes bien de nuestras libertades, nuestros jueguitos circulares, sabes que tuvimos el tiempo suficiente para construir el refugio que más nos acoge, pero renegamos. Si ya me dijiste que no hay otro como yo, pero siempre con la misma tontera que te impide elegirme.

Oh, Eugenia… ¿Volverás otra vez, a las dos semanas, como en cada separación? Ya no juegues conmigo, me haces tan mal. Y somos tan cómplices, aunque siempre voy a echarte la culpa. No vuelvas, Eugenia, no me hables, no me llames, no me escribas.

Ay, Eugenia, por favor te lo pido, no me dejes, no busques otro hombre. Quédate conmigo, o sola, tal vez lo aceptaría. Pero no apoyes tus labios en otros ajenos, no acaricies otra piel. Euge, Eugenita, Eugenísima mía… ¿Será el amor esta locura?
Hasta siempre,

Claudio.

9 comentarios:

Amorexia. dijo...

El duelo. Aveces doloroso, otras incomodo.

Saludos a deshora.

Ipanema dijo...

La dualidad de ese vete ya pero te necesito. Anda, vete, quédate. Esa línea, ¿Cuándo tendremos el valor para dejar ir?

Me están gustando los posts de cartas.

Te dejo un abrazo Sabri :)

Poeta Errante dijo...

Esa disyuntiva, de te quiero no te quiero, quedate, mejor andate, esa locura de sentir amor.
Qué hermoso Sabri. De verdad, como pocas veces, leer cosas asi, casi me dejan sin palabras...

Abrazo para ti! Que andes muy bien :-)

g. dijo...

Cuando se va, uno no puede dejar de sentir la ausencia cuando mira al costado. Desde lo más profundo hasta lo más superficial. Mirar al costado cuando estas manejando y que ella no esté; es siempre raro.

Llamándola, casi desesperadamente, sabiendo que no va a volver; que ni siquiera es necesario que vuelva. Queriendo que vuelva, que se quede un ratito más, que se quede ese segundo que te llene un poco más el alma mas no queriendo que te hable nunca más para no sufrir, porque si te habla; te habla como un ex o como algo pasado que ya fue.

Me gustó esta carta... Yo escribí estas cartas; escribo más cartas en el desamor que en el amor. Tal vez un gran defecto mío.

Con respecto a cartas: Todo esto me hizo recordar una anécdota. Una vuelta yo andaba, solo, en el invierno del 2005 yendo para el centro de Lomas de Zamora. Inmerso en mis pensamientos, creando una historia que cada vez que estaba cerca de agarrarla se me escapaba como agua entre los dedos. Caminé toda la tarde hasta que entré en una librería. Allí, sin querer agarre un ejemplar de Hermann Hesse (autor que he leído poco y que lo poco que leí no me gustó); "Narciso y Golmundo" creo que era. Resulta que había sido un regalo y que en la primera había (Hay) una carta.
Compré el libro por la carta; porque me pareció parte de la historia esa que venía pensando que nunca escribí.
Si querés la puedo transcribir en mi blog; de eso me hizo acordar tu comentario del otro lado.

También me hizo acordar de un manuscrito que encontré, pero me extendí demasiado, me parece.

Saludos... Muy bella carta, me quedo pensando en ella.

Anónimo dijo...

sabri, feliz día de la primavera! beso, estate bieN! tengo sueño.

Guille dijo...

Hay una contradiccion muy interesante en las palabras de claudio que roza la obsesion al rogar a su amada que vuele pero que a su vez vuuele sola... al amante no le interesa que vuelva sino que su rol no sea reemplazado... eso seria francamente inapropiado para su corazon. y ahi esta lo vital, lo carnal, lo que claudio se encargo de graficar de una manera implacable...
hay mas amores en esos cajones???
guille

Morella dijo...

Aunque todo sea incierto pedime que salte (yo cambio la música por oír tu voz), pedime que salte en la oscuridad pero no me dejes.
No me dejes.

Eric dijo...

Te amo, te odio, dame más !!!

Xaj dijo...

La locura y el amor, se enjuagan los dientes uno tras otro.

Son esos amantes que juegan en el baño antes de que apague la luz del velador, después de un lindo round.

Abraxo mariposita.